domingo, 1 de enero de 2012

La Matriarca.


    Mi final está cerca, cuando estoy por cumplir los noventa años.  He oído que la vida o conciencia continúa después de la muerte, pero lo dudo.  No quiero morir aún.
    Recuerdo cuando era joven y bella.  “Majestuosa” me llamaban; la “Joya de Santiago”.  Ahora el color se ha ido de mí.  Y  me estoy cayendo a pedazos.
    Fui anfitriona de tantos momentos importantes del pasado; velé por mis hijos hasta que crecieron y siguieron sus vidas aparte, dejándome sola, desamparada…Olvidándome.
    Ahora espero dignamente a que me derrumben y sobre mis restos edifiquen el Centro Comercial del que oí hablar.

2 comentarios:

  1. Estimado amigo, quiero saber si este cuento es tuyo, está muy bueno...

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  2. Efectivamente, amigo, esta obrita es de su servidor, puesto que además no soy partidario de publicar textos de otros en mi propio blog (a diferencias de algunos que conozco, je).

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