jueves, 26 de mayo de 2016

Un Capitán América Comiquero de Lujo.


     En el año de 2002 se lanzó la nueva colección de Marvel dedicada a uno de sus personajes más clásicos, nada menos que Steve Rogers, más conocido como Capitán América, llamado con mucho cariño por sus seguidores como “El Capi”.  Considerando que este superhéroe viene a ser todo un ícono dentro de la historieta y en especial en la dedicada a los superhéroes, ya que es tan antiguo como Batman y Superman por ser creado al comienzo de la Edad de Oro de los cómics (en 1941), ha pasado por numerosas etapas que evidencian los tiempos en los cuales fueron realizadas sus distintas historias; de tal modo un personaje como este, aparecido en plena Segunda Guerra Mundial, sin duda que tuvo un carácter chovinista y panfletario, para luego en el renacer de la Era Marvel (en los primeros años de los sesenta), tras su regreso, convertirse sin dudas en todo un paradigma de los viejos ideales gringos en contraposición a la nueva mentalidad de dicha década.  Es así cómo llegó a convertirse en el alma y la inspiración absoluta del superequipo de Los Vengadores y del resto de sus pares (si bien no fue uno de sus fundadores, ya que en la ficción fue “resucitado” de su sueño helado tiempo después de crearse este grupo).  Lo anterior se debe justamente a su personalidad, que sin duda representa lo mejor de los ideales de su nación, ya que siempre el viejo Capi mantuvo esa imagen de ser vestigio de un mundo “demasiado inocente”, tras estar inmerso en los vaivenes del devenir (luego bastante desfasado respecto a sus congéneres); de igual modo corresponde a un símbolo de esperanza frente al cinismo de los tiempos actuales.  Luego con el correr de los años, tanto en la ficción como en el mundo real, se hizo necesario que este veterano de mil batallas se actualizara para mantener la atención de los suyos y, en especial, de los lectores; por lo tanto con el inicio del volumen 4 de sus revistas, se quiso utilizar a una dupla de artistas que le devolvieran al viejo soldado el brillo y que según algunos había perdido tras las modas de personajes más “modernos”(violentos, erotizados y sufridos como nunca).
     Esta etapa corrió a manos de dos grandes artistas (si bien debo reconocer que del primero de ellos nada sabía, hasta que me leí este precioso tomo que hoy me inspira a escribir).  Pues a cargo del guion estuvo John Ney Rieber, escritor cuyos comienzos en el noveno arte fueron al amparo de nada menos que de gente de la talla de Ray Bradbury y Karl Edward Wagner, adaptando relatos de estos dos a la novela gráfica. Para el prestigioso sello Vértigo de DC, dedicado a obras dirigidas a un público de criterio formado y muy exigente en materia de calidad artística, suyos son un montón de títulos sobre la longeva serie de Los Libros de la Magia y que en el caso suyo incluyen nada menos que un par de crossovers con John Constantine/Hellblazer.  Para Marvel antes de dedicarse de lleno al Capi, firmó una aventura de otro de sus grandes, Wolverine. Algo más conocido en Chile resulta ser su compañero en esta empresa, encargado de la parte visual, John Cassaday y de quien en este blog se revisó su maravilloso trabajo para Astonishing X-Men, junto al hoy más famoso que nunca Josh Wheddon.  Pues mientras Rieber sacó provecho de su experiencia en cómics militares, gracias a su paso por G.I.Joe, Cassaday le otorgó un carácter entre realista y utópico a sus viñetas; por otro lado, en sus preciosas portadas copió el estilo de los afiches propagandísticos gringos de la Segunda Guerra Mundial, homenajeándolos sin duda.  De este modo debido a la química entre ambos, el lector se encuentra con una magnífica labor llena de elementos políticos, crítica social y un heroísmo que si bien a simple vista pareciera caer en el nacionalismo, en realidad pretende remover la conciencia de un pueblo marcado por su pasado y presente no muy luminoso (tal como quedará muy bien detallado en el transcurso de los seis primeros números, compilados por Panini y que tengo el gusto de poseer y haber gozado).  Por otro lado, los responsables realizaron su labor de tal manera, que gran parte de la trama es “contada” más bien a través de un dibujo fluido, de modo que son las imágenes las encargadas de narrar su historia, habiendo poco texto escrito entre las viñetas, sus diálogos y los cuadros de apoyo (de igual manera hay varias viñetas exentas de todo texto); de esta manera la experiencia de tener frente a los ojos sus páginas, resulta ser algo de rápida lectura.  No obstante, que quede claro que no se trata de una obra simplona y de solo divertimento, sino que es posible hallar en ella el propósito de hacer arte de verdad, aun cuando como cómic viene a ser una manifestación popular y de aparente escapismo.

     El llamado volumen 4 del Capitán América comienza con un evento histórico trágico y reciente para los Estados Unidos: el ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. Es así como la primera aparición de nuestro protagonista, no es usando uno de sus trajes característicos, sino que llevando una prenda “común y corriente”, que lo iguala al hombre cotidiano; por lo tanto lo vemos llevando el atuendo correcto para realizar acciones de rescate, en medio de la devastación que impera en dicho lugar.  Por otro lado, la impotencia frente a la tragedia (y los mismos muertos que se reconocen en el dibujo) son una segura señal de que pese a la ostentación de tanto poder (ya sea como país y como superhéroe), todos estamos expuestos a las fuerzas del destino y del infortunio.  Estas primeras viñetas le dan su sentido al resto de lo que vendrá a continuación, ya que el resto de la trama no puede ser más político: la amenaza terrorista islámica a los Estados Unidos y en su propio territorio.  En contra de lo que pareciera en un vistazo rápido a esta trama, para nada se trata de la típica demonización barata del enemigo extranjero, pues no hay demagogia, ni proselitismo yanqui en los actos heroicos del Capi; sino que este mismo se llega a transformar en la conciencia de un país, que por culpa de sus gobernantes e ideología se ha ganado sus propios demonios. De tal modo lo que sucede en las páginas de esta recomendable obra, es la consecuencia de los propios pecados del pueblo estadounidense.  Por supuesto que lo cometido por los extremistas es reprochable y no obstante Rieber no vacila en humanizar a estos “monstruos humanos”, demostrando que a la larga muchos de ellos son víctimas de circunstancias que los superan (inolvidable resulta ser el encuentro de Capi con los más jóvenes de la célula terrorista a la que combate).  Gente cuyo odio y deseos de poder aún a costa de la vida de los demás hay en todas partes y eso lo sabe muy bien este gran superhéroe, quien descubre y repudia dicho mal tanto entre los invasores como entre sus compatriotas.  De igual modo se nos deja claro que tener sangre árabe y ser musulmán no es sinónimo de desprecio, tal como queda en evidencia cuando el Capi interviene a favor de un ciudadano estadounidense, al que los típicos racistas gringos lo acosan y en cambio reciben estos una dura lección del verdadero patriota.  Las imágenes que ilustran todo esto son potentes y hermosas gracias al perfeccionismo de Cassaday; de igual modo los diálogos que aquí hayamos son sobrecogedores. 
    Como se trata de una historieta de ese subgénero que tanto amamos, independientemente del trasfondo realista en el que se desenvuelve todo, hay igual varios elementos caros a ello: como la ciencia ficción, experimentos de modificación genética, armas ultrasofisticadas y la intervención especial de otro querido personaje marvelita, ligado profundamente a Steve Rogers.
     Tras leer este más que prometedor comienzo de las “nuevas” aventuras en solitario del Capitán América, uno bien quisiera tener acceso al resto de la colección, puesto que sin duda esta primera historia resulta ser una de las más satisfactorias, que he tenido la oportunidad de conocer.  

12 comentarios:

  1. Estar escribiendo todo motivado sobre el Capitan America y llego yo con la noticia de que es un agente de Hydra jajajjajaa , igual algo que no se esperaba , ojala que con este cambio salga algo bueno aunque es cambio super drastico , pero solo queda esperar que pasara .
    Con respecto al texto se ve que es un muy buen comics , y me servira para saber mas sobre este personaje , igual fue bueno que destacara lo importancia y su contenido , que me dejo con artas ganas de leerlo , igual tengo un monton de recomendaciones de usted ajjajaja pero con el tiempo algun dia caera .
    Saludos

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    1. Lo el Capi como agente de Hidra no me lo creo y lo encuentro de lo más descabellado. Si es verdad, yo creo que se trata de un impostor, de amnesia o un lavado de cerebro.
      Por otro lado, si puedes leete este cómic.

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    2. Si la noticia cuando salio el comics dio la vuelta mundo , como dije al principio crei que era una broma , pero después empezaron a subir las paginas del comics y era verdad , ademas hasta blog de noticias lo dijeron , pero como dicen varios solo queda esperar para ver que pasa ya que solo el primer numero , igual pobre escritor recibio amenazas de muerte .

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    3. ¡Jack Kirby y Joe Simon los creadores del Capi se revuelcan en sus tumbas con todo esto!

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  2. Interesante el número 4, que comienza con el ataque del 11 de Septiembre y luego se vaya desarrollando a partir de allí.

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  3. Bueno pues no he tenido el privilegio de leer este cómic pero estoy seguro de que siendo del capi es bueno...muy buen articulo profe...

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    1. Bueno, este es uno de esos cómics que no son muy divulgados y si llegas a conocerlos es solo por pura buena suerte (yo lo conseguí en una oferta en la FILSA el año pasado, si no quizás nunca habría sabido de su existencia).

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  4. Elwin, saludos.
    Una recomendación que de seguro te va a sonar muy loca.
    Párrafos mas cortos.
    No tiene ninguna lógica ¿verdad? Tus párrafos están hechos de la manera correcta, las ideas relacionadas van en un mismo párrafo y las ideas que son muy diferentes van en un nuevo párrafo. ¿Por qué razón tendrías que crear párrafos con una longitud artificialmente mas corta?
    Pues si piensas de ese modo tienes toda la razón, pero lamentablemente estamos en la Internet y cuando muchos de tus lectores potenciales entran en tu blog y ven esos enormes bloques de texto, lamentablemente abandonan incluso antes de comenzar a leer.
    El artículo está genial como siempre, pero mejoraría mucho si los párrafos estuviesen divididos en versiones más pequeñas.

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    1. Te encuentro toda la razón. Llevaré a cabo tu consejo a partir del nuevo texto que publique (hoy mismo).

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    2. No me gusta meterme en conversaciones ajenas, pero dadas las circunstancias, apoyo la moción. Este posteo mismo es más o menos larguito, y tiene apenas cinco párrafos. Y los tres primeros son casi tratados aristotélicos. Y eso que éste es un posteo más o menos breve para los estándares del Cubil. En lo personal, una de las razones por las que dejo pasar tanto tiempo entre visita y visita es que sé lo interesantes que van a ser los posteos, eso nunca han dejado de serlo, pero me va a requerir un cierto esfuerzo terminarlos...

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    3. Estoy de acuerdo y ya en mi textos posterior a el comentario del amigo Wladimir hice uso de su recomendación. Ahora escribiendo otro para ojalá publicar y ojalá que con su "nuevo formato" logre honrar las palabras de tan veteranos blogueros.

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