lunes, 27 de junio de 2016

Otra estrella que se apaga demasiado pronto ;-(



      La historia de Hollywood está llena de jóvenes astros que desde muy temprano en sus vidas han acaparado la atención del público.  Mujeres y hombres que aun siendo niños lograron convertirse en el objeto de la admiración e incluso el deseo de millones de personas, tras verlos en papeles con los cuales lograron la consagración y la inmortalidad.  Muchos de estos casos consiguieron superar el frenesí de sus años mozos y luego, ya como adultos, demostraron su madurez como para obtener una carrera definitivamente superior a la de sus primeros trabajos; otros apenas pudieron superar a su éxito demasiado temprano, quedándose atrás y llegando a ser solo una sombra de lo que una vez fueron, puesto que sus llamas se apagaron demasiado pronto con tanto glamour y emociones extremas (la lista de todos estos casos resulta ser demasiado grande como para dedicarle tiempo en este post)…
      …Pero hay unos cuantos nombres que quisiera recordar, en especial a la hora de tener en cuenta a quien hoy me lleva a escribirles.   Bien sabido es que podemos hallar unos cuantos artistas que se quedaron en el corazón y la memoria de la gente, porque murieron en la flor de la vida, dejándonos huérfanos de su talento. James Dean (1931-1955) sin dudas que viene a ser el ícono dentro de este especial grupo de malogrados actores, pues apenas tenía veinticuatro años cuando un accidente automovilístico lo arrancó de nuestras manos y no nos volvió a dar más de sus actuaciones, tal como podemos reconocerlo en verdaderos clásicos tal cual son Al Este del Edén y Rebelde sin Causa (ambas de 1954), sin olvidar tampoco su última cinta: Gigante (1955).  Otro ejemplo de estos, viene a ser River Phoenix (1970-1993), quien solo llegó hasta los veintitrés años de edad, cuando como muchos otros como él la droga y el alcohol propios de un alma sensible, pero inestable, provocaron que su joven promesa quedara solo en eso, en lo que pudo ser; sin embargo nos quedamos con sus incursiones en cintas memorables que consiguió realizar tanto como niño, adolescente y adulto, tales como Exploradores (1985), Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) y Mi Mundo Privado (1991).  De igual promisoria carrera cinematográfica y azaroso pasar, fue la breve existencia de Brad Renfo (1982-2008), quien solo estuvo veinticinco años por acá y bien lo podemos recordar por sus roles en El Cliente (1994) y Sleepers (1996, conocida en Chile como Hijos de la Calle), más un montón de títulos que llegó a rodar.   Quizás con mucho más dolor, quizás por la cercanía en el tiempo, puede llegar a ser el caso de Heath Ledger (1979-2008), cuyas intervenciones en obras como Los Hermanos Grimm (2005), Brokeback Mountain (2005, la famosa Secreto en la Montaña tal como fue titulada acá) y más encima su papel como nada menos que el Guasón en El Caballero de la Noche (2008), que le concedió un innecesario Premio Oscar póstumo (después de todo de qué sirve dárselo a alguien que no lo disfrutará en vida) lo han convertido en toda una leyenda al nivel de James Dean.  
En una de las escenas más emotivas
de Corazones en la Atlántida.
      Los mencionados Phoenix y Renfo tienen otro tema en común con quien hoy me lleva a escribir, el recientemente fallecido Anton Yelchin (1989-2016).  Pues estos tres participaron en su niñez en una adaptación fílmica de alguno de los escritos de Stephen King.  El primero fue uno de los protagonistas de la que es considerada como una de las mejores versiones audiovisuales del llamado Rey del Terror, Cuenta Conmigo (1986, cuyo nombre original en formato escrito corresponde a El Cuerpo), mientras que el segundo fue el coprotagonista de Apt Pupil (1998, llamada acá como El Aprendiz o en su versión en papel como El Alumno Aventajado).   Por otro lado, bien debe saberse que estas dos historias forman parte de las cuatro novelas cortas que comprenden el libro Different Seasons, que en nuestra lengua fue dividido primero en dos tomos bajo el nombre de El Cuerpo y Verano de Corrupción en un principio y luego retitulado en su formato original como Las Cuatro Estaciones.   Pues a Yelchin tuve el gusto de conocerlo cuando éste era aún un niño, en esa otra emotiva película que es Corazones en la Atlántida (2001, la cual llegó acá con el lacrimógeno título de Nostalgia del Pasado… ¿Acaso es posible tener nostalgia del futuro?), que toma dos de las narraciones que comprenden la colección Corazones en la Atlántida (Hampones con Chaquetas Amarillas y Se Ciernen ya las Sombras).
     Pues mi primer recuerdo de a quien siempre consideré un muy simpático actor (y al parecer mucho más equilibrada persona que los arriba mencionados), fue justamente como el niño con poderes psiónicos de esta emotiva cinta.  Si bien por razones más que justificadas el guión dejó de lado todo nexo con la extensa saga de La Torre Oscura, simplificando hasta cierto punto su argumento, el filme para nada dejó su elemento más emotivo y ello bien fue posible identificar a lo largo de su metraje.  La maravillosa actuación de Yeltchin aún a temprana edad, a la que se suma su química con sus coprotagonistas en especial junto al gran sir Anthony Hopkins, cuesta sacarla de la cabeza por la manera de cómo retrata la pérdida de la inocencia y el comienzo de los años del camino hacia la adultez (de una persona extraordinaria más encima).
     Luego de retenerlo en la memoria gracias a su papel en Corazones en la Atlántida, esperé más de él, pues le auguraba un futuro esplendoroso.  Y no me equivoqué, ya que un año después volvió a despuntar en una producción televisiva bastante elogiada en su momento: Taken, miniserie de ciencia ficción de corte épico, que abarca a los descendientes de tres familias, unidas por nada menos que el famoso suceso de Roswell.  En esta galardonada pieza Yeltchin salió en solo dos de sus diez episodios, otra vez haciendo de un chico excepcional, marcado por el drama de los acontecimientos que le toca vivir.
     Casi cincuenta producciones a cuestas, tanto en la pantalla grande como en la chica, consiguió nuestro más reciente fallecido joven actor.  Por supuesto que no todas las he visto aún (y dudo que las llegue a apreciar en su totalidad, más porque no me interesan todas ellas).  En todo caso debo destacar que siempre lo que más me motivó de su filmografía, fue su acercamiento a los géneros de la ciencia ficción, la fantasía y el terror, que logró hacer varios títulos de estos.  Además que tales trabajos suyos fueron claramente en algunas cintas que sin duda son verdaderas joyitas o que al menos merecen más de una revisión.

Como Kyle Reese en Terminator Salvation.

     Es entonces cuando deseo destacar su labor haciendo de nada menos que de Pavel Chekov, uno de los célebres tripulantes de la nave espacial Enterprise, sobre la serie clásica de los sesenta, ahora en el reboot hollywoodense que en 2009 se hizo con bombos y platillos, actualizando este clásico para las nuevas generaciones.  Pues que considerando que el propio actor en la vida real era de origen ruso, su personaje era más Chekov que el original (¡Y que no me vayan a colgar los trekkies más acérrimos por esta declaración, que yo también soy uno de pura cepa!), de modo que la primera vez en que se le escuchó hablar como tal…más de uno se rió en las butacas.  A meses del estreno de la tercera película de esta nueva saga, que menos mal alcanzó a filmar Yeltchin, soy uno de los tantos con una razón de más para esperar ansioso esta película.
     Ese mismo año le tocó encarnar a otro personaje legendario dentro de la historia de la ciencia ficción mediática, al guerrero y “futuro” viajero del tiempo Kyle Reese, en Terminator Salvation.  Siendo que la primera vez que se vio a este soldado de un futuro postapocalíptico fue en la entrega debut de esta saga, como un hombre ya hecho y derecho, su aparición como tal causó tanta admiración como emoción, para gran parte de los viejos fanáticos de estas películas.   Asimismo, cabe mencionar que el Reese que llevó a cabo sobre sus hombros, correspondía a uno por completo diferente al conocido por el público, debido justamente a su corta edad, lo que enaltecía más que nunca lo hecho por este actor.
     Un año después fue posible reencontrarse con él en el remake de una verdadera cinta de culto ochentera, Fright Night (La Hora del Espanto para los latinoamericanos y Noche de Miedo en la Madre Patria), producción que sin dudas honró a la que la inspiró, pese a la mala decisión de abusar de unos demasiados evidentes efectos especiales computacionales; no obstante su versión del adolescente que descubre que su guapo vecino adulto es un despiadado vampiro, resulta satisfactoria (y más si se le considera que acá tuvo que codearse con reales pesos pesados de la actuación, como el siempre guapo y sexy Colin Farrel, Toni Collette y uno de los mejores “Doctor Who” modernos, David Tennant).
      Dean Koontz es un prolífico escritor de terror y policiales, muchas veces comparado para bien o para mal con Stephen King y quien ha tenido mejor suerte que algunos de sus colegas, por cuanto posee mayor cantidad de adaptaciones de su obra (si bien tampoco muchas).  Pues en Odd Thomas: Cazador de Fantasmas, filme y libro de los cuales no sabía de su existencia, hasta que me enteré de su triste deceso la semana pasada, interpretó a su protagonista.   
     Así que al menos me quedan la de Star Trek y la de Koontz para ver y disfrutar, que en una de esas me repito pronto (a manera de homenaje) sus otras películas y me veo algunas más de la larga lista que posee.
      El 19 de junio recién pasado Anton Yeltchin dejó este mundo, muriendo solo en su casa y en un hecho de connotaciones tan raras como muchas de las historias ficticias en las que participó: aplastado por su propio automóvil.  Frente a este acontecimiento, ese antiguo dicho que dice La realidad supera la ficción, se manifiesta como algo que no se puede cuestionar.  Mientras tanto nos quedamos lamentando una vez más esta certeza.

14 comentarios:

  1. Pues si, se fue un joven de gran talento. Lo que comentas de que "la realidad supera a la ficción" era el slogan del canal infinito, donde transmitían un programa llamado 1000 Maneras de Morir, donde hablaban de muertes extrañas en circunstancias muy raras, como la que le tocó a Anton Yelchin. ¡Lamentable suceso! Según leí, creo que la policía lo determinó como muerte accidental. Habrá que esperar a ver si salen con algo más adelante.

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    1. Sí, leí que ante un deceso tan raro como este, muchos sospecharon de un asesinato. Habrá que esperar a que el tiempo pase para saber si en realidad una mano negra estuvo detrás de todo esto.

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  2. Es una lástima. No era santo de mi devoción, pero sin duda estaba logrando hacerse un espacio en la industria. Su cara ya era conocida en el mundo cinematográfico, especialmente en los géneros fantásticos (como lo anotaste). Siempre es lamentable que alguien muera tan joven, especialmente cuando tiene una proyección.

    -Mauro Vargas.

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    1. Me alegra mucho volver a saber de ti, mi colombiano amigo colega bloguero y "hermano" en el terror. Bueno, respecto al fallecimiento de Yelchin, pues nos quedan sus películas al menos.

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    2. No he podido cazar "Odd Thomas" en televisión, y mira que la dirige nuestro estimado Stephen Sommers. Sé que la primera novela está en español, pero creo que no volvieron a traducir a Koontz a partir de allí.

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    3. Pues mucho deseo verla también, que si bien hace años que no leo a ese señor, muy buenos recuerdos tengo de él (en especial de esa maravilla que es "El Lugar Maldito"). Puedes descargar la peli de esta excelente páginas de torrents, que te envío el link: https://kat.cr/usearch/Odd%20Thomas/

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  3. No lo conocia para nada este actor su nombre nunca lo habia escuchado , igual una lastima que muriera tan joven aun le quedaba arta carrera por delante pero asi es la vida , tendria que ver un de esos titulos para ver que tal su actuación que terminator la vi pero no me acuerdo de el .
    Saludos

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    1. Bueno, pues te recomiendo mucho las cintas que aquí menciono, incluyendo esa gran serie que es "Taken".

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  4. Vaya, este año ha sido implacable con las figuras públicas,recién acababa de pasar el deceso de Alí, pero este además fue trágico, nadie puede dar por hecho nada en nuestra vida.

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    1. Bueno, Ali precisamente no fue significativamente para mí (si bien deseo leer el cómic en el que se enfrenta a Superman).

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  5. Hace poco volvía a verle en "La hora de la araña" (2001) junto a Samuel L. Jackson y se me hizo rarísimo verle tan joven y sabiendo que acababa de fallecer. Como se suele decir, no somos nada. DEP.

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    1. No conozco el filme que mencionas, pero como además me gusta mucho Samuel L. Jackson...Me la bajaré.

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  6. La noticia de la muerte de Yelchin me pareció lamentable a nivel humano, porque no se me ocurre otro calificativo para que una persona tan joven y promisoria, se vaya por un accidente tan absurdo. Pero en fin, life is life...

    A nivel actoral, yo lo reconozco principalmente por su rol de Chekhov en el reboot de Star Trek, y se me va hacer un poquito triste verlo por última vez en la entrega que viene este año, porque el suyo me pareció el mejor o al menos uno de los mejores castings del reboot. Porque no puedo decir que todos los actores de las nuevas películas de Star Trek me hayan convencido, pero Yelchin como Chekhov sí.

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    1. Bueno, ya debe quedarte clara mi pena sobre la muerte de esta joven promesa. Me bajé su filme basado en la novela de Koontz que creo que es muy buena, pero aún no la veo...¿Así que no te gustaron todos los actores de la nueva de Star Trek? A mí me encantaron todos, en especial los que hacen de Kirk y Spock.

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