domingo, 9 de abril de 2017

Una verdadera historia de amor inolvidable.


     Publicada en 1985, El Amor en los Tiempos del Cólera por Gabriel García Márquez, viene a ser sin dudas considerada por muchos especialistas y más todavía por sus millones de seguidores, como su segunda mejor obra, si es que no la mejor (lugar que ostenta sin dudas Cien Años de Soledad).  No obstante se puede entender que al menos para los más románticos de corazón, esta historia que abarca más de medio siglo en la vida de sus personajes, sea su predilecta, por sobre tanta maravilla entre la bibliografía de tan destacado autor.
     El nombre de este libro que en español supera las 400 páginas, no puede ser más significativo, pues posee al menos dos lecturas sobre el sentido de sus palabras: en primer lugar se refiere al periodo histórico en el que transcurren sus acontecimientos, finales del siglo XIX y principios del XX, en el que la infecciosa enfermedad del cólera hacía estragos en el Caribe, sitio en el que está ambientada la narración (que se supone corresponde específicamente a Colombia, la patria del escritor, no obstante nunca es mencionado el nombre de esta nación); puesto que mientras sus personajes se ven envueltos en sus pasiones, cientos o miles de personas mueren debido a este flagelo que asola sus tierras y aun así el amor que reina en sus corazones demuestra superar tanto la infección, como otras tribulaciones tanto o más mortales (los prejuicios sociales, el miedo a ser feliz por sobre el qué dirán, la falta de experiencia y sabiduría, que solo se superan con el paso de los años y la larga espera en el transcurso del tiempo).
     Y en cuanto al otro motivo de por qué razón se llama así, corresponde a que tal como queda declarado a través de sus páginas, el amor (en cuanto al de corte erótico) es representado como toda una dolencia crónica del cuerpo, la mente y el espíritu, cuyo único remedio viene a ser la consumación del acto amoroso; de este modo, mientras no se lleve a cabo la comunión completa con quien se ama, el resto solo son placebos y que a la larga impiden que la felicidad más plena, se deposite en los corazones de los seres humanos. 
      El argumento de este libro en apariencia puede parecer de lo más sencillo.  No obstante detrás de su desarrollo, encontramos más de una perla que nos hace apreciarlo y gozarlo con gran fuerza, sin olvidar las invitaciones que nos hace a examinarnos a nosotros mismos, acerca de cómo hemos enfrentado en nuestras propias vidas este tema y con ello darnos más de un espacio para la reflexión. Dos jóvenes enamorados en los primeros años de sus vidas, Florentino Ariza y Fermina Daza, mantienen un romance idílico, el que es abortado de la manera más inesperada (aunque comprensible, si tomamos en cuenta los autoengaños del corazón) y pese a ello el primero, el varón, a lo largo del resto de su vida espera que la única mujer a la que ha amado se decida a entregarse a él.  Como era de suponer, mucho pasa antes de que el deseo de Florentino se cumpla y es en este intertanto que García Márquez nos demuestra su talento legendario, al hacer que esta eternidad que bien podría ser una pesadilla en la vida real, sea un viaje precioso viaje por los laberintos de nuestra humanidad.
      El escritor comienza su labor engañándonos o tal vez todo le salió de tal manera, que él mismo no tenía idea de cómo iba a evolucionar su obra y simplemente se dejó llevar por la fiebre que también significa llevar a cabo (o gestar) un texto como este; pues el comienzo de todo esto, aparentemente no nos aventura lo que muchas páginas después sucede.  Pues la trama se centra primero en el ya anciano doctor Juvenal Urbino, un hombre que desde un principio está caracterizado como alguien extraordinario, alguien que parece casi perfecto y a quien todo el mundo quiere, debido al talante de su persona.  Y es entonces que a través de la presentación de tan distinguido sujeto, llegamos a conocer otra historia, la de su amigo Jeremiah de Saint-Amour, un fotógrafo emigrante y veterano de una antigua guerra y quien bajo su apariencia de hombre solitario, guarda con recelo una igualmente emotiva relación amorosa; este subargumento, sirve como punto de partida para la más grande trama de amor, que es la que durante el resto de la novela se nos cuenta. 

       “El doctor Urbino se sintió delatado. Se fijó en ella con el corazón, se fijó en su luto intenso, en la dignidad de su congoja, y entonces comprendió que aquella era una visita inútil, porque ella sabía más que él de todo cuanto estaba dicho y justificado en la carta póstuma de Jeremiah de Saint Amour. Así era. Ella lo había acompañado hasta muy pocas horas antes de la muerte, como lo había acompañado durante casi veinte años con una devoción y una ternura sumisa que se parecían demasiado al amor, y sin que nadie lo supiera en esta soñolienta capital de provincia donde eran de dominio público hasta los secretos de estado. Se habían conocido en un hospital de caminantes de Port-au-Prince, donde ella había nacido y donde él había pasado sus primeros tiempos de fugitivo, y lo siguió hasta aquí un año después para una visita breve, aunque ambos sabían sin ponerse de acuerdo que venía a quedarse para siempre. Ella se ocupaba de mantener la limpieza y el orden del laboratorio una vez por semana, pero ni los vecinos peor pensados confundieron las apariencias con la verdad, porque suponían como todo el mundo que la invalidez de Jeremiah. de Saint-Amour no era sólo para caminar. El mismo doctor Urbino lo suponía por razones médicas bien fundadas, y nunca habría creído que tuviera una mujer si él mismo no se lo hubiera revelado en la carta. De todos modos le costaba trabajo entender que dos adultos libres y sin pasado, al margen de los prejuicios de una sociedad ensimismada, hubieran elegido el azar de los amores prohibidos. Ella se lo explicó: “Era su gusto”. Además, la clandestinidad compartida con un hombre que nunca fue suyo por completo, y en la que más de una vez conocieron la explosión instantánea de la felicidad, no le pareció una condición indeseable. Al contrario: la vida le había demostrado que tal vez fuera ejemplar”.

       El retratista desaparece de manera sutil dentro del libro, como muchos otros personajes entrañables que aquí aparecen, para formar parte de este dramatis personae y que pese a ello, ayuda a definir mejor que nunca la naturaleza del ser humano, como una criatura que no puede estar sola en el mundo, si no que necesita de otros y de alguien a quien amar para definirse como especie.  De la misma manera, el buen doctor se convierte en otro de los elementos que intervienen en mayor o menor medida, en el camino a la realización entre el gran amor de Florentino y Fermina.
       Cuando parece que Juvenal será el gran héroe de esta obra, aparecen en escena los otros dos y entonces la narración realiza un salto al pasado; con ello a partir de este momento, los subsiguientes capítulos se encuentran dedicados a la supuesta relación imposible entre los amantes protagonistas.  Es así que los llegamos a conocer en sus años mozos, luego de que se nos presentaron como dos ancianos, cuando ya llevaba décadas de casada la misma Florentina, con nada menos que el médico, siendo que tras su ruptura con Florentino nunca más volvieron a intimar de alguna manera.  No obstante el siempre enamorado nunca cejó en reconquistarla y de este modo, poco a poco, vamos adentrándonos en su lucha por conseguir su objetivo.
       El extenso racconto que ocupa gran parte de esta novela, nos muestra por un lado el por entonces inocente noviazgo entre los dos personajes principales, lo que devino tras su ruptura y luego cómo fue el compromiso y posterior matrimonio entre la bella y voluntariosa Florentina, con el hombre más solicitado de la zona.  La personalidad y apariencia entre los dos únicos hombre de la protagonista, contrasta cuando ambos son caracterizados con premura (ambos sensibles, pero el médico más bien práctico, mientras que el otro un romántico empedernido; el primero apuesto y el segundo a simple vista poco atractivo, aunque con una fuerte carga sexual y que despierta en un montón féminas, una atracción que no sucede con el más sofisticado doctor).
       Paralelamente a la narración desde el punto de vista de la mujer, llegamos a conocer el de Florentino, el cual es tan terco como su amor y quien mientras espera que su sueño se cumpla, continua con su vida, que lejos resulta mucho más impresionante que la de su alma gemela.  Mil y un cosas le pasan a este y entre ellas un buen número de mujeres con las que inicia una especie de educación sentimental, quienes se transforman en su preparación para transformarse en el hombre, que hacia el final por fin pueda conseguir lo que más anhela.
       Bien llama la atención que si bien Florentino nunca llega a amar con la misma intensidad a otra dama, siendo que además tampoco llegó a intimar con Fermina, a cada una de sus amantes la llega a hacer feliz y no solo por una cosa de placer carnal; sino que en el libro queda de manifiesto, que el acto sexual entre dos personas sin dudas que puede ser algo sublime, pese a que sus dos participantes no se amen; la compañía entre quienes deciden compartir su soledad y necesidad de caricias, a los ojos de alguien como Gabriel García Márquez, queda consignado como algo que no puede ser mirado en menos,  ni denigrado como algo “sucio”.

       “La viuda de Nazaret no faltó nunca a las citas ocasionales de Florentino Ariza, ni aun en sus tiempos más atareados, y siempre fue sin pretensiones de amar ni ser amada, aunque siempre con la esperanza de encontrar algo que fuera como el amor, pero sin los problemas del amor. Algunas veces era él quien iba a su casa, y entonces les gustaba quedarse empapados de espuma de salitre en la terraza del mar, contemplando el amanecer del mundo entero en el horizonte. Él puso todo su empeño en enseñarle las trapisondas que había visto hacer a otros por los agujeros del hotel de paso, así como las fórmulas teóricas pregonadas por Lotario Thugut en sus noches de juerga. La incitó a dejarse ver mientras hacían el amor, a cambiar la posición convencional del misionero por la de la bicicleta de mar, o del pollo a la parrilla, o del ángel descuartizado, y estuvieron a punto de romperse la vida al reventarse los hicos cuando trataban de inventar algo distinto en una hamaca. Fueron lecciones estériles. Pues la verdad es que ella era una aprendiza temeraria, pero carecía del talento mínimo para la fornicación dirigida. Nunca entendió los encantos de la serenidad en la cama, ni tuvo un instante de inspiración, y sus orgasmos eran inoportunos y epidérmicos: un polvo triste. Florentino Ariza vivió mucho tiempo en el engaño de ser el único, y ella se complacía en que lo creyera, hasta que tuvo la mala suerte de hablar dormida. Poco a poco, oyéndola dormir, él fue recomponiendo a pedazos la carta de navegación de sus sueños, y se metió por entre las islas numerosas de su vida secreta. Así se enteró de que ella no pretendía casarse con él, pero se sentía ligada a su vida por la gratitud inmensa de que la hubiera pervertido. Muchas veces se lo dijo:
        -Te adoro porque me volviste puta.”

      
     Y no obstante en la larga lista de parejas que llega a tener Florentino, resulta interesante detenerse en su última compañera: su pariente lejana América Vicuña, una niña de tan solo 14 años, lo que de inmediato nos pone en alerta frente al tema de la pedofilia.  Es un tema complejo, teniendo en cuenta los fuertes paradigmas que puede tener uno sobre lo que está “bien” y lo que está “mal” en el mundo, lo que se puede hacer y lo que no.   Por otro lado, cuando Florentino toma a esta pequeña (que en todo caso queda claro en la narración, que para nada se trata de una chica ingenua), él mismo ya tiene cerca de 80 años, de modo que la diferencia de edad entre ambos es abismante; asimismo se debe considerar que siendo un “pilar” para su sociedad, se le había confiado al “venerable anciano” el cuidado y la educación de la chica por parte de su familia, de lo que en ningún momento este se desentiende, ya que en realidad quiere a la muchacha y para nada la daña.  De hecho, el amorío entre ambos sucede de lo más natural, como una última lección sentimental para Florentino, como también la iniciación en el arte de amar de América.  Tampoco se puede olvidar, que luego tal como en otra obra clásica acerca de una relación carnal entre un hombre mayor y una menor de edad, Lolita de Vladimir Nobokov, la chiquilla es quien termina por seducir al varón y este termina atrapado en sus redes; pues algo similar pasa acá, aunque en ningún momento América se vuelve alguien intrigante, como la famosa protagonista del escritor estadounidense.  Respecto a todo esto, cabe tenerse en cuenta que al estar hablando de unos 14 años, el término pedofilia resulta ser algo relativo en cuanto a qué edad se estipula como "legal" para que no sea considerado como tal, al menos según la sociedad y la época bajo la cual se desarrolle una relación con estas características; pues en muchas culturas, incluso hoy en día, no resulta aberrante que existan matrimonios de este tipo y en lo que concierne a la literatura, otros autores de renombre han abordado este tema a su manera, tal como Guy de Maupassant en su cuento Chali y George R. R. Martin con su primer libro de Canción de Hielo y Fuego, Juego de Tronos, bajo la figura de uno de sus personajes más emblemáticos, Daenerys Targaryen, quien justamente tenía 14 años cuando se casó con el maduro Khal Drogo (y cuyas relaciones sexuales son descritas sin tapujos por Martin).   No se puede olvidar que con posterioridad, el mismo García Márquez revisitaría todo esto en su última novela publicada Memoria de mis Putas Tristes.   Por mi parte, este tipo de situaciones me incomodan, ya que me parece que 14 años es demasiado poco, como para que una persona adulta se involucre con alguien de esa edad  y bien creo que a otro autor, alguien menos prestigioso cuando escribió estas dos obras, tales situaciones en sus ficciones le habrían creado más de una polémica (y tal vez hasta sucedió ello en su momento).

     
     “Se llamaba América Vicuña. Había venido dos años antes de la localidad marítima de Puerto Padre encomendada por su familia a Florentino Ariza, su acudiente, con quien tenían un parentesco sanguíneo reconocido. La mandaban con una beca del gobierno para hacer los estudios de maestra superior, con su petate y su baulito de hojalata que parecía de una muñeca, y desde que bajó del barco con sus botines blancos y su trenza dorada, él tuvo el presentimiento atroz de que iban a hacer juntos la siesta de muchos domingos. Todavía era una niña en todo sentido, con sierras en los dientes y peladuras de la escuela primaria en las rodillas, pero él vislumbró de inmediato la clase de mujer que iba a ser muy pronto, y la cultivó para él en un lento año de sábados de circo, de domingos de parques con helados, de atardeceres infantiles con los que se ganó su confianza, se ganó su cariño, se la fue llevando de la mano con una suave astucia de abuelo bondadoso hacia su matadero clandestino. Para ella fue inmediato: se le abrieron las puertas del cielo. Estalló en una eclosión floral que la dejó flotando en un limbo de dicha, y fue un estímulo eficaz en sus estudios, pues se mantuvo siempre en el primer lugar de la clase para no perder la salida del fin de semana. Para él fue el rincón más abrigado en la ensenada de la vejez. Después de tantos años de amores calculados, el gusto desabrido de la inocencia tenía el encanto de una perversión renovadora.”

      Pese al nombre y al planteamiento del tema amoroso de esta obra, no solo se aborda en ella la pasión que existe entre hombres y mujeres, sino que de una manera igualmente profunda, el autor retrata otros tipos de amor; pues tal como quedan consignados en la vida de sus personajes, queda más que claro la importancia que estos otros amores, poseen en la existencia de la gente.  Es así que acá podemos hallar las siguientes variantes al respecto:
      La amistad entre hombres, que primero la podemos apreciar entre Juvenal y Jeremiah, coetáneos entre sí y quienes comparten en especial la misma pasión por el ajedrez, lo que queda consignado como un elemento relevante en toda fraternidad: los temas en común y que unen a las personas.  Luego nos encontramos con el compañerismo entre Lotario Thugut y Florentino, un hombre mayor que el segundo, cuando nace este sentimiento entre ambos; siendo claramente una relación de tipo maestro-discípulo, cercana al amor filial, ya que sin dudas que Florentino aprende mucho del alemán, a quien respeta y más que su par, llegando a ser el segundo hombre más importante en su vida.
      La amistad entre personas de distinto sexo, que se presenta entre Florentino y la admirable Leona Cassiani, una inteligente, honorable y sensual mujer y con la que este bien pudo ser feliz, si entre los dos no hubiesen tomado este otro camino sus destinos.  De este modo queda consignado que sí existe esto entre mujeres y hombres, sin que hayan otros intereses de por medio, lo que trae más de una satisfacción y aprendizaje para ambos.
       La maternidad que se encuentra en Tránsito Ariza, que sin dudas viene a ser el amor más incondicional que se describe en el libro, ya que la mujer se entrega por completo a su hijo, por quien hace todo para que Florentino sea alguien dichoso.  Asimismo este acompaña a su madre hasta el final de sus días, en un hermoso ejemplo de entrega recíproca, que no da lugar a dudas acerca del valor que existe en el amor entre padres e hijos.  Lo que hay entre los dos, contrasta en cambio con la complicada relación que nace entre Fermina y Lorenzo Daza, su padre; puesto que si bien el hombre ama al único fruto de su carne, a diferencia de la dulce Tránsito, considera que lo mejor para su hija es imponerle sus propias ideas, en vez de dejarla que esta sea ella misma, lo que trae como consecuencias el alejamiento entre ellos dos.  De igual manera, la mañosa madre de Juvenal, también queda opacada en su amor egoísta hacia su vástago, si la comparamos con la más humilde Tránsito.
        Otros parentescos consanguíneos que podemos analizar a la vista de las relaciones interpersonales afectuosas, viene a ser la que existe entre el tío León XII y su sobrino Florentino, además de la familiaridad entre las primas Hildebranda Sánchez y Fermina.  Con los dos primeros, nos encontramos con una especie de paternidad, tras haber perdido a muy temprana edad el protagonista a su padre; de este modo el hermano del difunto, toma para sí la responsabilidad de acoger a su retoño.  Luego a medida que transcurre el libro, queda de manifiesto cuánto ama León a Florentino y todo lo que hace por él, siendo además uno de los personajes más interesantes de toda esta obra.  En cuanto a las dos mujeres, al ser estas mismas de la misma edad, se convierten desde su juventud en cómplices de sus mayores secretos, relación que perdura con el paso del tiempo, dándole un montón de bellos momentos y que no dejan lugar a dudas de la lealtad que se tienen, que va más allá del placer de tener con quien disfrutar los días que pasan.  Destacable viene a ser el amor que hay entre la aparentemente severa tía Escolástica y Fermina, quien viene a ser para esta lo que el tío León XII para Florentino, la madre que le faltaba; quien durante el poco tiempo en el que estuvieron juntos, le entregó todo el afecto que su propio padre fue incapaz de darle.
       Como bien sucede en la narrativa del Nobel,  no falta el buen humor entre medio de todo esto, lo que en más de una ocasión saca si no carcajadas entre los lectores, abundantes sonrisas.  Al respecto, destacable resulta la capacidad de alguien como este autor, para manejar diversas dimensiones de nuestra humanidad con tanta naturalidad; pues lo sublime se haya en estas páginas, a la par con esta otra faceta más alegre, pero no insignificante, con una maestría que hace de esta lectura todo un placer para uno.

       “El tío León XII le mandó al doctor Francis Adonay, un gigante negro de polainas y pantalones de montar que andaba en los buques fluviales con un gabinete dental completo dentro de unas alforjas de capataz, y parecía más bien un agente viajero del terror en los pueblos del río. Con una sola mirada dentro de la boca, determinó que a Florentino Ariza había que sacarle hasta los dientes y muelas que le quedaban sanos, para ponerlo de una vez a salvo de nuevos percances. Al contrario de la calvicie, aquella cura de burro no le causó ninguna preocupación, salvo el temor natural de la masacre sin anestesia. Tampoco le disgustó la idea de la dentadura postiza, primero porque una de las nostalgias de su infancia era el recuerdo de un mago de feria que se sacaba las dos mandíbulas y las dejaba hablando solas en una mesa, y segundo porque le ponía término a los dolores de muelas que lo habían atormentado desde niño, casi tanto y con tanta crueldad como los dolores de amor. No le pareció un zarpazo artero de la vejez, como había de parecerle la calvicie, porque estaba convencido de que a pesar del aliento acre del caucho vulcanizado, su apariencia sería más limpia con una sonrisa ortopédica. De modo que se sometió sin resistencia a las tenazas al rojo vivo del doctor Adonay, y sobrellevó la convalecencia con un estoicismo de un burro de carga.”
       Habiendo sido famoso García Márquez por popularizar el llamado subgénero del Realismo Mágico (que no lo inventó él, ojo), en este libro tan destacado entre su producción, apenas encontramos elementos al respecto y ello solo se puede observar en uno que otro detalle menor, en especial cerca de su final.
       Y en cuanto a su mismo desenlace, sin querer caer en los pocos queridos spoilers, me limitaré a decir que este viene a estar sin dudas a la altura del resto de la novela.  Se trata de uno de las mejores conclusiones, que con respecto a mi propia memoria puedo recordar; pues  más que del “final feliz” que todos quisiéramos para una historia de amor como esta, no trae la promesa de que sí existe la plenitud entre personas de corazón noble y de que la eternidad no es otra cosa, que la existencia de la verdadera felicidad.

9 comentarios:

  1. Mi estimado, debo confesarte que las novelas de García Marquez que no he leido no me llaman la atención. Su prosa tan empalagosa y realista mágica me cansa. Dejo claro eso si que leer Cien años de soledad o Cronica de una muerte anunciada fue una experiencia inolvidable de mi juventud. Hoy me llaman mucho más la atención sus narraciones de tipo testimonial y periodístico, como Miguel Littin clandestino en Chile o Noticia de un secuestro.
    Una cosa de tu post es que casi di un salto cuando leí tu frase de que la pedofilia es algo relativo. Pienso que debes ser más cuidadoso al tratar temas tan sensibles.
    Saludos mi amigo.

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    1. Pues a este señor lo he leído desde los quince años más o menos y siempre le he tenido un enorme aprecio. Hay numerosos textos suyos que debo releerlos, pues cuando los tuve por primera vez en mis manos, era demasiado "inexperto".
      Eso de la pedofilia es un tema complicado, así que debido a tu comentario, le hice un breve, aunque significativo cambio a mis palabras, para que no se malinterpretara.
      Gracias por compartir conmigo este post.

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  2. Querido Elwin me sorprendió gratamente este significativo ensayo sobre un libro de un escritor que es muy apreciado por sus grandes dotes de escritor, es curioso pero Garcia Marquez cuando yo era joven lo encontraba reiterativo y muy "fome", probablemente yo no tenía la madurez para comprenderlo acabalidad, ya de mayor cayeron un libro que me encanto "Relato de un Naufrago", desde ese momento fui leyendo su libros en total desorden y cada vez comprendí más y mejor sus libros. Me gusto tu ensayo, también eso de traer a colacón otros escritores vuelve la lectura más ágil, pero cometes dos errores que debo corregir, en primer lugar Vladimir Nobokov no es norteamericano es de la URSS (imperio Ruso) y emigro a Estados Unidos en donde se nacionalizo, por tanto todas sus biografías lo catalogan de ruso "blanco". el segundo error es el tema de la pedofilia en el texto se trata de la imposibilidad del hombre de alcanzar la belleza y perfección, por ello la relación con una niña apunta al concepto de la contemplación de la hermosura, tema que se plasma muy ben en "Memoria de mis putas tristes", donde el anciano desea poseer a un virgen, perfección, pero no puede, cercana a la imagen que proyecta Thomas Mann en muerte en Venecia que algunos poco versados en literatura desean ver a un pedofilo homosexual, pero las imágenes claras del libro muestra la belleza en el niño ruso, un Apolo que brilla con el sol en la playa, frente a esa repugnante y grotesco hombre imagen del viejo que estira su mano sin poder llegar a ella la perfección y muere solo contemplandola. No creo que Mann y Marquez sean apologistas de la pedofilia de cualquier tendencia, para hacer una lectura simple de la imagen, más que mal son nobeles y su literatura es profunda se recomienda leer una entrevista libro a Garcia Marquez en donde él mismo hecha luz sobre el tema y te dice lo que yo te estoy exponiendo "Para que no se las lleve el viento". En cambio en escritor Martin bueno el si muestra una relación pedofila pero su libro es de una linea diferente. Por cierto el resto del ensayo era muy bueno .

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    1. Estimado Sardaukar, tenía mucha fe en que este post te interesara...y no me equivocaba (¡cómo nos conocemos los gustos!). Fíjate que los dos alcances que me haces me parecen muy interesantes y quisiera darte mis explicaciones al respecto: En primer lugar cuando busqué la biografía de Novokov, había leído lo de su país de origen, no obstante a propósito de decanté por poner lo de "autor norteamericano o estadounidense", debido a que este se nacionalizó como tal (pues además escribió esta obra en dicho país y sus personajes ya no son rusos, si no que gringos y si no me equivoco realizó su trabajo en lengua inglesa).
      En cuanto al complejo tema de la pedofilia, quizás no fuí claro, porque la verdad nunca he querido ver en García Márquez a un defensor del tema (tal vez debido al enorme respeto y hasta afecto que le tengo). A mi humilde parecer, no veo que sus personajes solo busquen el goce estético con sus ninfas, pues por algo hubo consumación del acto sexual. Al respecto, genial que hayas traído a colación la obra de Mann, que la leí hace años, aunque la verdad no fue de mi agrado por considerarla demasiado cerebral y porque su protagonista me pareció detestable (por lo general no me gustan los personajes que considero faltos de virtud...como ese mismo).
      Tengo pendiente escribir sobre el filme basado en esta novela, que debo volver a verla en todo caso, pues apenas me acuerdo de ella.

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  3. Saludos Elwin, aquí murinus2009.

    Con Garcia Marquez me pasa lo mismo que con J.K.Rowling, siempre que trato de leer sus libros no paso de la primera página.

    Esta entrada que le dedicas a la El amor en los tiempos del colera, me parece muy buena, dan ganas de intentar de nueva cuenta leer a este Personaje de la Literatura Universal, (que incluso creo vivió y hasta murió en México), aunque tampoco soy muy fanatico de las historias romanticas, quiza con el tiempo eso cambie.

    Si nunca soy capaz de leer a garcia Marquez las entradas que le dediques creo yo seran un buen sustituto, pues estan cuidadosamente elaboradas.

    gracias por este buen Trabajo Elwin y hasta pronto.



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    1. Oh!...Y a mí tanto que me gustan las novelas de Harry Potter (si bien "Una vacante imprevista" de la misma autora apenas me dio para el primer centenar de páginas leídas). Bueno, no eres la primera persona inteligente y lectora de la que sé, para quien no es de su gusto "Gabo".
      Por cierto, García Márquez si bien murió en tu patria, nació en Colombia.

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  4. Efectivamente Nabokov se nacionalizó norteamericano y se inspiro en el libro escuchando a su hija. Con relación a la pedofília se perfectamente que tu no la defiendes, pero también creo que el tema como es presentado por estos escritores es más profundo y simbólico y por supuesto apunta a una concepción simbólica estética de la existencialidad del hombre

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  5. Saludos Elwin, aquí murinus2009 otra vez.

    Comentario a destiempo el 13 de abril de 2017

    Suena atrayente y divertido los pasajes del libro de Garcia Marquez, que incluyes en esta Entrada y que al momento son lo mas que he leído de este Autor: aquello de los dos amantes que casi se matan, intentando nuevas posiciones sexuales en una hamaca, o aquel Dentista que aplica una... "cura preventiva" en el protagonista.
    Muy buen recuento de las variantes del amor el que haces, aparte del Amor de pareja tratas:
    La amistad entre Hombres.
    Aunque no tiene que ver, pero esta parte me recordó el cuento "El Pagano" o "El Idolatra" -segun la traducción-, de Jack London, creo que ese cuento es lo mejor que he leido sobre Amistad, pero ¿yo que voy a saber?.
    La Amistad entre Hombres y Mujeres.
    Ya que lo pienso es un tema poco desarrollado, no hay muchas historias que traten este tipo de Amistad.
    La Maternidad.
    Aqui si hay muchas Historias, entre Leyenda y Realidad, por algo el presentador de documentales David Atenborrough (creo que es Biólogo) dice: "Los mamíferos son los seres, que dan la mejor Bienvenida del Mundo a sus descendientes".
    Los Parentescos Consanguineos.
    Es común, aunque no recuerdo muchas historias, salvo Peter Parker cuidado por sus tíos, por la Tía May, tras la muerte del Tío Ben.


    Veo que también se ha hecho una pequeña polémica sobre esa Lacra Humana que es: la Paidofilia,(tengo entendido que Pedofilia es cuando el adulto, es mayor de 50 años yen ambos casos el menor tiene menos de 12, entre 12 y 17 ya es estupro) pues tanto @mfkarlos como @Sardaukar, se pusieron alerta ante el asunto del protagonista y America la niña de 14 años, también diré algo, recuérdese que soy un Bárbaro Semiilustrado, no un Hombre Educado como los demás que han participado.
    En nuestra sociedad mas o menos Educada Ilustrada y Moderna, eso es una Aberración, que se castiga con cárcel y es de lo bueno que aún tenemos, pero aun en este Occidente de Ideas Humanistas -aunque vagamente- y en Ciudades Modernas, se da, supe de un caso, conocí a hermanos del culpable, que ademas...era el padre de la niña, eran gente desagradable (con excepción de una de ellos) y que no planeo tratar de nuevo, aquí en México esas lacra aunque prohibida es algo común, lo dejaré hasta ahí, pero recuérdese que en muchos países de ideología fascista, ese acto criminal contra los niños y adolescentes es incluso legal, tu colega bloguero, Peter Grant, del Blog bayourenaissanceman.blogspot.mx,(está en inglés), ex Combatiente, ex Capellán y Escritor de Western y Space Opera, asegura haber visto en muchas zonas de su natal Sudafrica, como las mujeres de todas las edades y los niños, no son mas que un bien mueble intercambiable, sin mayor derecho que eso, un bien mueble, como: dinero, un caballo, ganado, o una casa, eso en Sudáfrica, el país mas "desarrollado" de África, téngase en cuenta que África tiene una extensión monstruosa y falta revisar el caso de zonas paupérrimas en Asia, La india, China y los barrios bajos de todo el Mundo, creo yo, (espero equivocarme), ese crimen contra los menos capaces de defenderse, estará con la Humanidad por siglos, independientemente que se mencione en libros o no.
    En el caso del Protagonista de la Novela y la niña America de la obra de Garcia Marquez, Lolita de Nabokov, o los de George Martin, no hay que olvidar que es Ficción, en lo personal creo que en la Ficción todo es permitido, si acaso, advirtiendo a "Audiencias Delicadas" que a veces son las peores, tras su velo de "buenas costumbres".
    Esta polémica me pareció Genial pues quiere decir que aún hay gente con Sensibilidad ante esos Actos atroces.
    Felicitaciones Elwin, has hecho otro Gran Trabajo, que incluso tocó temas delicados de la Humanidad, ¿Quien sabe?, tal vez con el tiempo, hasta seas responsable Elwin, de que llegue a leer la obra de Garcia Marquez, G.R.R. Martin, que también he esquivado y hasta la de J.K.Rowling.

    Gracias una vez mas y hasta pronto, si no surge algo mas.







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    1. Con gusto me he amanecido hoy al encontrarme con este nuevo comentario tuyo, inspirado por mi post y las palabras de mis amigos. En cuanto a los tipos de amor, ese es un tema que en verdad me interesa mucho y que aborda de manera muy especial el gran escritor y teólogo C.S. Lewis en su ensayo "Los cuatro amores" (el que igual tengo pendiente). Con respecto a la amistad, para mí es un tema muy valioso, siendo que me siento bendecido por los amigos que Dios me ha otorgado (he escrito en la entrevista que me hicieron hace casi año y medio sobre este tema, la que puedes encontrar en este blog).
      Con respecto a la pedofilia (me di cuenta de que usaste el término más antiguo, "paidofilia"), no puede ser algo más complejo. Toda mi vida he estado rodeado de niños y además si bien trabajo con adolescentes, aún muchos son niños inocentes, de modo que alguien abuse de ellos me abruma (y más cuando se trata de los pequeños más cercanos a mí, como mis sobrinitos). En todo caso cuando leo estas situaciones en las obras de García Márquez, que lo toma todo con tanta naturalidad, no dejo de impactarme por ello, pues en realidad ello hace que uno empiece a cuestionarse la calidad moral de tal autor.

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